El
desarrollo energético es el esfuerzo para proporcionar suficiente energía
primaria y secundaria de fuentes formas de energía para el suministro, el
costo, impacto en la contaminación del aire y la contaminación del agua, la
mitigación del cambio climático con las energías renovables.
Las sociedades tecnológicamente
avanzadas se han vuelto cada vez más dependiente de fuentes de energía externa
para el transporte, la producción de muchos productos manufacturados, y la
prestación de servicios energéticos. Esta energía permite a las personas que
pueden pagar el costo de vivir bajo condiciones climáticas desfavorables de
otro modo a través del uso de calefacción, ventilación y / o aire acondicionado.
Nivel de utilización de fuentes de energía externa es diferente en todas las
sociedades, al igual que el clima, la comodidad, los niveles de congestión del
tráfico , la contaminación y la disponibilidad de fuentes de energía
nacionales.
La desigual distribución de las reservas mundiales de combustibles clásicos
(carbón, petróleo, gas natural, etc.) y la sospecha de que en un plazo no
demasiado largo lleguen a ser insuficientes para cubrir la creciente demanda han
obligado a estudiar nuevos procedimientos de obtención de energía. Una
aspiración de todos los tiempos ha sido la de la transformacióp utilizable de
los tipos naturales de e.; sin embargo, su desarrollo en gran escala, excepto
para el caso de la e. hidráulica, no ha pasado todavía del plano experimental.
Por ej., la e. de las mareas está siendo estudiada con creciente interés; la e.
cinética de los vientos, que durante siglos ha sido utilizada como motriz para
pequeños ingenios, está sufriendo también una cuidadosa investigación, así como
la e. geotérmica de los volcanes que en la actualidad ya suministra calor a
alguna pequeña ciudad. De cualquier forma, estas ideas representan soluciones de
tipo local con una gran dependencia de agentes exteriores incontrolables y no
pueden ser consideradas como de aplicación universal; de ahí que la mayor parte
de la investigación se oriente en otras direcciones.
La energía nuclear. Desde el descubrimiento de la radiactividad (v.) al final del siglo pasado, los físicos han hecho conjeturas acerca de la e. almacenada en el átomo. La medida de las masas atómicas demostró la existencia de dos reacciones nucleares exoenergéticas aprovechables como fuentes de e. útil: la fisión y la fusión nuclear (v.). La reacción de fisión, producida sólo en determinados elementos pesados, fue la primera realidad en este aspecto. Los reactores nucleares (v.), cuyo objetivo es proporcionar un medio en el cual la fisión pueda ser iniciada, sostenida y controlada, están suministrando ya una parte sustancial de la electricidad consumida en el mundo. El uranio (v.), «combustible» básico para estas instalaciones, es un elemento relativamente abundante (0,004°% de la corteza terrestre), pero sus minerales lo contienen en muy pequeña cantidad, lo que encarece considerablemente su explotación. Además, sólo uno de los tres isótopos (v.) que contiene el uranio natural es fisionable en alta proporción, el U235, lo que supone la necesidad de consumir grandes masas de combustible. Ello ha llevado a la utilización del uranio enriquecido (con alta proporción de U235) que reduce el tamaño del reactor y aumenta la vida útil del combustible. El enorme coste del enriquecimiento del uranio hace que su obtención esté todavía limitada a países de avanzado desarrollo industrial, lo que obliga a los restantes a depender de ellos para sus necesidades de combustible; países con grandes reservas de mineral de uranio tienden a mantener su autonomía utilizando el uranio natural, a pesar de que ello suponga la construcción de reactores de tecnología ya superada. Por otra parte, un estudio de las reservas mundiales de uranio no conduce a conclusiones optimistas. Países en los que la proporción de electricidad de origen nuclear va en aumento temen agotar pronto sus reservas y dirigen su atención hacia otro material fisionable: el plutonio.
El plutonio se obtiene como subproducto del uranio ya «quemado» en el reactor; la comparación de las propiedades de estos dos elementos como combustibles nucleares, demuestra que el plutonio no presenta ventajas decisivas para los reactores de tecnología actual (reactores térmicos) y no parece que vaya a ser utilizado en ellos en gran escala y con carácter general, pero aparece como combustible ideal para los reactores rápidos, que son en la actualidad el paso más avanzado de la tecnología

La energía nuclear. Desde el descubrimiento de la radiactividad (v.) al final del siglo pasado, los físicos han hecho conjeturas acerca de la e. almacenada en el átomo. La medida de las masas atómicas demostró la existencia de dos reacciones nucleares exoenergéticas aprovechables como fuentes de e. útil: la fisión y la fusión nuclear (v.). La reacción de fisión, producida sólo en determinados elementos pesados, fue la primera realidad en este aspecto. Los reactores nucleares (v.), cuyo objetivo es proporcionar un medio en el cual la fisión pueda ser iniciada, sostenida y controlada, están suministrando ya una parte sustancial de la electricidad consumida en el mundo. El uranio (v.), «combustible» básico para estas instalaciones, es un elemento relativamente abundante (0,004°% de la corteza terrestre), pero sus minerales lo contienen en muy pequeña cantidad, lo que encarece considerablemente su explotación. Además, sólo uno de los tres isótopos (v.) que contiene el uranio natural es fisionable en alta proporción, el U235, lo que supone la necesidad de consumir grandes masas de combustible. Ello ha llevado a la utilización del uranio enriquecido (con alta proporción de U235) que reduce el tamaño del reactor y aumenta la vida útil del combustible. El enorme coste del enriquecimiento del uranio hace que su obtención esté todavía limitada a países de avanzado desarrollo industrial, lo que obliga a los restantes a depender de ellos para sus necesidades de combustible; países con grandes reservas de mineral de uranio tienden a mantener su autonomía utilizando el uranio natural, a pesar de que ello suponga la construcción de reactores de tecnología ya superada. Por otra parte, un estudio de las reservas mundiales de uranio no conduce a conclusiones optimistas. Países en los que la proporción de electricidad de origen nuclear va en aumento temen agotar pronto sus reservas y dirigen su atención hacia otro material fisionable: el plutonio.
El plutonio se obtiene como subproducto del uranio ya «quemado» en el reactor; la comparación de las propiedades de estos dos elementos como combustibles nucleares, demuestra que el plutonio no presenta ventajas decisivas para los reactores de tecnología actual (reactores térmicos) y no parece que vaya a ser utilizado en ellos en gran escala y con carácter general, pero aparece como combustible ideal para los reactores rápidos, que son en la actualidad el paso más avanzado de la tecnología

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https://sites.google.com/site/yuriddejesusest162/home/apuntes-tercer-grado/temario/bloque-3/a-vision-prospectiva-de-la-tecnologia-escenarios-deseables/a-b-las-nuevas-fuentes-de-energia-y-los-materiales-de-ultima-generacion-y-su-aplicacion-en-la-informatica
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